y cayeron las mascaras...


Antes ya estaba temblando…

Ellos y ellas me mostraron sus heridas…

Sabía que llegaría mi turno…

¿Acobardaría?, ¿evadiría otra vez, mi dolor?...

Ellos y ellas lloraban, yo temblaba…

Toco mi turno, silencio…

Abrí mi baúl…la boca seca, el alma muerta, la mirada al suelo…

¡No pude llorar!...estaba muerto…solo temblaba y hablaba…no estaba furioso…solo apenado…

Me arroje como a un barranco, puse mi vida en sus manos…

¡Yo no podía llorar!, ¡no! yo soy seco…

Me alegro, un poco, combatí mi temor…

No me juzgaron…

Adelantaron mi sentir el día de hoy…

Me abrazaron, como nunca me habían abrazado, pude sentir su corazón, su calor…

Y …casi me quiebro, ¡pero no pude!...

¡Hoy los amo!...

Me he quedado sensible, un poco triste…

He hecho el trabajo tres veces,

pero esta fue la mas importante,

la mas honesta…

Las mascaras, cayeron, la mía también…

Remedios grandes para males grandes…

¡Esto es para reanimar muertos!…