Un sueño de pasion muy amorosa...




La estrepitosa maquina de vapor apagaba su furor.
Al ritmo de su último suspiro, una mar de pasajeros apurados emergía de sus entrañas…
Yo estaba sentado en una banca, no esperaba a nadie, solo pasaba el rato observando la alegría del encuentro de algunas personas, o la tristeza de la despedida de otras…
Ellos vestían de todas las formas, de todos los tiempos, desde minifaldas, hasta pomposos vestidos de algodón, los caballeros llevaban trajes de todos los colores y cortes, mezclillas, pants…
¡De pronto tu!, que destacabas entre la multitud por que ibas completamente desnuda, y mis ojos sin pudor exploraron tus senos libres, tus caderas y tu suave terciopelo bajo el vientre, de ahí miraría tus ojos que como si supiesen el peso de mi mirada, empataron con los míos, ahí una suave timidez de mi parte, voltee a ver mis ropas, y descubrí que también estaba desnudo, a nadie le importaba tu desnudes ni la mía.-solo tenia una preocupación que advirtieras mi erección-, que curioso, venias en mi dirección, como si ya me conocieras, ahí yo ruborizado y tu sonriente, te inclinaste a besarme tiernamente y retiraste mis manos dejando aquello que ocultaba al descubierto. Ahí comprendí que debía deslizarme un poco mas al frente, para que te sentaras sobre mi, de frente.



Así fue que deslizaste eso mió en tu interior a tu ritmo tan armonioso, tan simple tan artístico tan delicado. Tus manos estaban posadas en mis hombros y mis manos en tus caderas, acariciándote, mi boca sobre tu boca…
El momento fue eterno y grandioso, no debía decir nada, ni tu tampoco.
Para cuando nuestros cuerpos terminaron, a un ritmo acelerado, vino la paz, la mas intensa que allá conocido…


Te tome de la mano y paseamos por el malecón ahí vimos las estrellas, que curioso no las recordaba tan preciosas. Todo bajo el cristal de lo sublime.
¿Por que artes ya me conocías?, y nunca mas volvimos a separarnos…
Para eso hoy escribo esta carta…