La lechuga de la que hablo era mucho mas hermosa!
He pertenecido a otros, por la tarde mis pies mi guiaron a tu casa, por aquella promesa, sorpresas durante el trayecto, te he llevado algo que no es un ramo de rosas, no tenia que ser otro símbolo, si una lechuga…Si en efecto una redonda y verde lechuga…
Me pare en tu puerta, mientras mi mano derecha la escondía, diciendo:¡te traje algo!, viendo tus ojos llenos de luz, te ponía mi presente…
¡Te traje una bonita lechuga!, verde y saludable, -mejor que las rosas-, esta te la puedes comer en una ensalada, y además, se dice que tiene propiedades relajantes. (si tienes tina, pues ponle lechuga, y luego meterte)…
Todavía estabas pensando donde meterla, en que florero iba a caber semejante obsequio…
Lo chistoso es que crees que fue mi ocurrencia…Dejémoslo así..jajaja
Pero como escribo solo para mi en este blog, (ya trascendí la soledad de mis comentarios, por lo menos eso creo..jajaja), digo: por que no poner la historia de cómo la lechuga paso a ser parte de tu regalo…
Veamos, el día de hoy me desperté, a las 4:00 am, sin sueño, pensaba en pararme a hacer algo me revolqué en la cama, de un lado a otro, le di unas leídas a un librito, pero me dolían los ojos, luego pensé en la mujer del jardín…
Finalmente me dormí otra vez, y ya no desperté hasta las 12:01 pm, con un poco de desencanto por la vida, me he envejecido con las manos vacías, y mi preparación ha dejado mucho que desear, vació, entregado a las manos del fantasma bondadoso, para mitigar la sensación, de otra maldita crisis existencial…
Y he pensado que quizás, solo sea parte de una etapa, de la madures (brincos diera, jajajaja), de pronto te sientes que ya pasaron tus mejores años…
En fin no es agradable sentirse tan viejo, y es que en realidad no lo soy, tan solo tengo 29 años, seguramente es enfermedad, jajaja…
Bueno, mientras me duchaba, el sentimiento de otros diálogos, con personas lejanas, quien uno de ellos decía: “que el fin para ti será muy triste”…
Trato de pelear por que no sea así, pero bueno a veces se es susceptible, y estas palabras calan…
Bueno mientras iba a tu cita, un poco con hastió (no por ti si no por lo que amaneció en mi cabeza esta mañana), llego y me estaciono en un lugar donde una señora tendida en el suelo, vende verduras, una señora vestida tradicionalmente, simpática, desde que me vio, me ha dado las buenas tardes, con una sonrisa, y aprovecho para mostrarme su mercancía, lechugas, elotes, té de limón, y otras hiervas…
¡Me dio gracia!, le dije: ¡hijote señora!, ni siquiera voy para mi casa…y como tardaré mucho para llegar a mi casa, no creo que les haga bien a las verduras el calor del sol, en un carro…
Asi empezo la historia de la lechuga, lentamente, se moldeo la idea mientras caminaba por la calle...
¿por que no?...
Así que ya me a cambiado lo que creí ser un espantoso día…
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