Un ruego al cielo no era para tanto…

En la penumbra de mi habitación, grababa mi reparación…

Lento y letárgico, sonaba a viento agitado, como a una concha…

No estaba tranquilo, NO…

Estaba inconforme, como muchas noches…

Me alegra tener la guardia arriba…

Sigo con mi loza a la espalda…

Suelo torturarme, con casi todo…

Es tan raro desechar la basura, y

Levantar el ánimo, por tu propio pie…

Como aprendiz de solitario

Un ruego al cielo no era para tanto…

En la música encontraba alimento.

Pensaba en un colapso…

¿Otro más?…

Y en lo absurdo de añorarlo…

¿Que hay de mal con dejar tu juicio, a un lado?…


¡Hey me quiero engañar!…