Días de hospital...



Hace dos días estaba en el sala de emergencias de un hospital con mi padre, Me dio alegría verlo conciente.
El tenia problemas en todo el lado derecho de su cuerpo, que parecía, no tener control del el.
En primer lugar mantuve tranquilo, no deseaba traerle más confusión al asunto, lo tome de la mano y le dije que lo único que podía hacer el era calmarse, intentarlo al menos, blockear la mente no pensar en que medio cuerpo hacia lo que se le daba la gana.
Le hable de tratando de alejarlo de la sensación de estar ahí, recordándole a mi sobrina que esta por nacer…
Le dije que esa era su misión, que tenia que buscar la serenidad, y que esa era la clave para mejorar rápidamente, y detener el mal que traía.
Mi viejo me hizo caso, comienzo ha respirar, mientras yo le sujetaba la mano para que no la viera moviéndose.
Todo ha pasado bien, ya esta mejorando, por lo menos ya recobro el control de su lado derecho…
Tiene un poco de problemas en el habla, pero estoy seguro que se rehabilitara pronto. Ahora solo esperamos que le tomen la tomografía, y si no hay mayor problema quizás nos permitan tenerlo en casa.
Ahí he amanecido estos días en una silla del hospital, entre los susurros de los respiradores artificiales, tos y ronquidos de otros enfermos. Definitivamente detesto los hospitales pero no lo manifiesto al viejo ni a nadie.
Mi papa hace bromas a las enfermeras, es mas sociable, y mi teléfono no ha dejado de sonar para preguntarme por el.
Y el ánimo de los amigos no ha faltado para nada.
Es en estas circunstancias que tengo cierta sensibilidad, pero no me permito mucha.
Todo esta saliendo bien…