Querido diario...(parte uno)


Para cuando abrí los ojos el sol ya se había escurrido por la ventana.
Me sentía pesado, así alargué esos momentos tratando de sumergirlos en la inconciencia del sueño- Hasta que no pude más, la vejiga ya me estallaba-.
Caminaba como arrastrando el cuerpo, desorientado sin mucho en que pensar, baje un poco el calzoncillo, tome el pedazo de carne colgante con la mano derecha, y la cosa aquella se resistía a salir fácilmente de tanto que estuve reprimido, -como muchas veces-, cuando por fin un chorro amarillento con poca precisión me ayudaba a calcular la orientación perfecta, Shshshshshshshshshshs, -el gran alivio-, dos tres sacudidas y a esconderle de nuevo.

Después de vestirme advertí, que estaba completamente solo.
Alimente a los peces y cuando termine me derrumbe sobre el sillón, prendí un cigarrillo…
En mis manos tome el lápiz y una libreta, como días antes quise escribir algo, y como no se me ocurría nada, ni tampoco podía trascender las ideas viejas, regrese a la cama.
Inocentemente pensando en que aun estaba muy cansado del desvelo, ya tendría algo para después.
No recuerdo cuanto tiempo transcurrió en lo que el bullicio de la gente me regreso a la realidad:
Hijo tu sobrina ya nació, ¡todo ha salido bien!.
-hice las preguntas básicas:
¿Cómo?, ¿Cuándo? ¿Están bien?
¡Me entusiasme un poco!
Pero al poco rato regresaba a la cama.
Ahora si completamente seguro de que andaba Deprimido…
4:00pm
Me dirigí hacia el trabajo, quería entrar una hora antes, para escurrirme en algunas páginas web, y tratar de postear algo, y dejar eso de la cama a un lado…
Casualidad, Estela se alegra de verme antes, pues sucede que hay trabajo extra, algo mas grande y se requiere que empieze ya.
Esto me alegra, tengo tanto trabajo que me absorbe la masa gris dejo de pensar en la depresión y no concluyo hasta las 2:00 am.
A lo lejos escucho el rodar de las maquinas de la imprenta, los reporteros ya se han ido, solo esta mi compañero de trabajo…
Quien preocupado me pregunta: ¿seguro que salio todo bien?, y yo para tranquilizarle le digo ¡Tan seguro como que me llamo Pancho villa¡ o ¿era Juan Ramírez?...
De todas formas uno comete los errores de forma involuntaria, siempre se queda unos seguro de que todo marcha bien…Es hasta el día siguiente cuando suena el teléfono por la mañana y escucho la voz de Estela, siempre preguntándome primero si fui yo el responsable, y después me detalla donde estuvo la cagada…
Algunos errores han resultado bastante curiosos otros muy estupidos…
Hace tiempo por ejemplo al diseñar cierto desplegado gubernamental, cometi uno de esos errores curiosos, ocurrió durante la captura, y consistió en agregar –inconcientemente- dos malditas letras…Que según los ofendidos cambiaba todo el sentido de lo que se quería decir…
A nuestro gusto tras bambalinas estábamos completamente de acuerdo en que le había agregado una siniestra realidad al discurso político
-Disculpa lector que no pueda decir donde ni cuando, ni mostrarlo-

Continuará…
¡Feliz día! oficialmente hoy llego a los 30 años, ya no se si estar alegre o aguitado...jajajaja…Feliz día

2 animados:

Anónimo | martes, agosto 07, 2007 4:02:00 p.m.

Y hoy llega otro anochecer, no sé...¿qué me quitará el sueño esta vez?

Quizás ese pedazo de carne colgante no pida ser atentido, no quiero despertar para complacerlo ¡no,no,esta vez no!

Si me voy a desvelar, quiero que sea por mi gusto, por saborear un café no muy cargado, por dejar que mis manos se expresen a través de un lápiz y un papel, por escuchar algo de música que eleve mi alma-claro cuando está conmigo-, por observar la luna, por sentir el viento, por darle un sorbete a esta soledad.

Si, eso haré bueno,aunque ésta, mi filosofía de vida, siga siendo criticada...total ¡mi gusto es!

Navawan | jueves, agosto 09, 2007 11:13:00 p.m.

Conoces bien todo ese rollo de los desvelos y sus vicios...

Y sabes de eso de buscar un sentido en la noche mientras todo el mundo duerme...

Te felicito sin duda estas viva...

Gracias por tu comentario y recibe un abrazo