Viaje onírico a la muerte...(Primera parte)

¡Se acerca el final de la noche!,
Además de la mierda de las tripas,
Hay un fuego en el vientre que no es hambre.
Bostezo, me resisto... ¡Estoy cansado!, ¡jodidamente cansado!...

Y ella está desnuda sobre el piso.
¡Se muere!, y deseo que lo haga en mi pecho.
¡Su cuerpo está tibio!
Suavemente convulsiona, sus ojos ven algo más. ¡Lo veo!.
¡Tengo el dolor del apego!, mi mundo no es mejor sin ella.
¡No quiero que me veas sufrir!.
-Cuando al fin mueras, entonces si me derrumbare sobre el piso, y perderé el control al recordarte, al saber que eres parte del pasado-. Eso pienso mientras aún vives, mi garganta esta cerrada, apenas puedo contener el llanto, ¡a ti te sonrió!. Es tu gran momento, y las despedidas son crueles.
Rió reina, no tengas miedo, ahí te alcanzo... ¿Pueden mis besos hacerte sentir mejor?.
Mueres...

Te has ido y yo he drenado tu sangre,
la contuve en un jarrón de barro,
he cortado tus cabellos y los entierro junto a las cartas que no me escribiste.
¡Las que soñé!.
Me he tomado la libertad de untar tu sangre por mi cuerpo,
-se que menos no puedes esperar de mi-, empiezo la danza de la vida.

De pronto los cristales brotan del cielo, cortando los tallos de los árboles -me cubro-
pero caen mis manos cuando apuntaban al cielo.
Tu sangre fluye por mis venas, se ha mezclado,
Vomito un huevo verde...
Y así una estocada del abismo negro cae sobre mi cuello,
y es así cuando me entero de la fuerza de mi corazón pues brotan lejos los chorros de sangre en decaimiento exponencial,
¡muero!, pierdo lento la conciencia, la gran verdad se acerca,
pero una monja prostituta me inoportuna quiere un fósforo para su cigarrillo,
empiezo a escuchar un coro de musas desnudas, música suavecita muy espiritual,
¡la canción de la trompa de Falopio palpitante!,
escucho a lo lejos ¡los políticos son puro cascarón!,
el gran vació interno se vacía y muestra los mecanismos de la muerte.

Continuará