El basuras...

Es la hora donde los camiones llegan cargados de basura.
¡El sol es pesado hoy!, tengo la espalda llena de llagas rojizas, cubierta de gotas saladas.
La bruma pestilente arde en los ojos y carcome los pulmones...
-Ahí viene lento mi camión-
¡Me a costado tanto mi derecho a hurgarlo!, desnudar mi dentadura podrida, mostrar que bajo esta costra mugrienta mis puños aun hacen daño, mi lengua y mi expresión aun ahuyentan a los jóvenes:
¡ese camión es mió hijos de puta!
y ellos dudan, pero al fin se retiran sin tocar mi botín...
¡Llegara el día en que ya no me teman!, y pasaran sobre mi y entonces tendré solo las sobras de las sobras...
La necesidad un día, me hará tender la mano en las afueras de algún cine...
¡Pero hoy no!, toda esa mierda es mía...

Camino sin prisa, por que para cuando termine, las cuarteduras de mis manos, las ampollas, la piel reseca, las manchas de mugre, astillas de metal incrustadas bajo las uñas, tendré unas monedas que pondré en las mano de ella en silencio, tocare sus suaves y abultadas nalgas...
Así entre el olor acido de las axilas y los ojos hundidos...
Maldito sol, mil veces maldito...