buenos días, buenas noches, hola...

Distorsiónes de un espejo, Navawan

¡Antes me jactaba de conocer todas las cosas que se mueven bajo mi piel! Ahora con el cambiar del sol sobre los cielos, ya no se ni quien soy.



Cada que brota la mañana por mi ventana, o mejor dicho, mi ventana se asoma a donde la mañana nace, o que por conveniencias energéticas la construcción a sido diseñada para que así suceda, me pregunto, ¿hoy que es?, y me digo: ¡hoy lo haré!



Y así soñoliento, entre la apatía y forzada alegría me declaro culpable.


Me reincorporo lentamente, viajo hacia el microondas, meto una taza con agua, y unos minutos tengo café instantáneo.



Después de unos sorbos, despierto, seguramente me he vestido con algo que no este muy mugroso, tomo una silla frente a la computadora, hurgó en las ideas ¡que no son muy grandes!, y dependiendo de las ganas, estas nacen.
Muchas cosas están perdidas en un disco duro, las releo, unos días me agradan al otro son basura y entonces están listas para publicarse.



¡Pero algo ronda que no me deja!, aun que poco me importa si soy agradable o no, por que no es mi intención y honestamente aun que lo fuera, estaría en serios aprietos, “cosas que pasan individuos que han nacido o se han hecho así”.



Un día cansado de tanto alarido hipócrita y ampuloso, -que espero no sea mucho tiempo-, vendré a pesar mi propia mierda -que nada es ya mierda, lo han de saber mejor que yo-.
¡Cuantas mentiras y verdades encierran éste poco atractivo foco de infección!
Racionalizando, racionalizando, para no borrar nada, ¡es mi derecho a producir!.

La pobreza de quien no convive lo suficiente en su mundo real, contados con los dedos puedo yo decir las personas con quien intercambio más del protocolo: buenos días, buenas noches, hola, y me doy cuenta del aislamiento, que no es loza, es mi signo.
¡Agradable es estar solo algunas veces!, pero otras no.

Y por alguna razón he decidido ser fiel al Basurero, que a veces me dan ganas de borrar, para nacer con otro nombre y con otra intención.

Una mujer me dijo: siempre que dices cosas buenas, comienzas a mancharlas de mierda.
Aturdido por el comentario, pues no me había dado cuenta.

No me queda más que otorgar un largo silencio, para que mis quejas vivan en donde se debe, un ordenador sin red.

Y cuando haya ordenado las miserias del alma y diseccionado el aparente cadáver del músculo donde nacen los sueños, y sepa que carajos hago y para que, habré de entender.



¡Mientras los rizos de plata inundan mi cabeza!.

¿Y como es, que se, a cuantos vicios del ser, o no ser, viene el actual texto?, (algunos solamente) y sin embargo lo público, casi en completo silencio.
Aun que lo duden, esto me revive y a la vez me mata.
Este funesto hobby me permite entender y también me confunde.
Se que letras mas grandes vendrán al transcurrir el tiempo, -esa en parte, es mi fe-, ¡por pura fuerza de hacerlo!.


Ya he vislumbrado el poder de la mentira, poderosa herramienta para adornar las cosas, escribiendo para otros.
Y me ha causado gracia algo que dijo Paul Valery en Sobre el Cementerio Marino, ¿como agradar y agradarse?.


¡Feliz día de la no navidad!


Navawan