Un triste loco...

La ciudad...
Caos vial, estudiantes mamones, perros flacos, en los periódicos cabezas: "narcos decapitados",
"Armas nucleares: Norcorea...posibilidades de Guerra", "festivales hijos de puta de cine"; y sobre el asfalto
taxistas neuróticos, limpiaparabrizas, ruido, humo, decadencia, decadencia.

El yo, insoportable, viendo con ojos deprimidos, el ambiente, ahora hay algo que me castra, un sentimiento hijo de puta
que no desaparece, malestar.

Pienso inmediatamente: destrucción, muerte, peste, golpes...

Me derroto, exhalo e inhalo, exhalo e inhalo, exhalo e inhalo, calma, calma, digo: la realidad es relativa al observador...
Me Rio, tomate un helado, pinche loco!, examino detenidamente, ¿que chingados esta pasando?, y ahí esta salta como liebre, la causa: no has dormido lo suficiente, vas a un lugar que no es de tu agrado, a hacer cosas que no te interesan.

Y surge el auto-dialogo:
¡Sabes que estas un poco enfermo!, ¡no quedaste completamente bien!, ¡tu forma de ver la vida fracaso!, !hace cuanto¡ ¿4, 5 o 6 años?, ¡mal paridas crisis existenciales!...

¡Soy un fracaso!, como de costumbre surge en mis adentros...
Y digo: Nada que fracaso, eso es otra puta del lenguaje, sacada de la tele barata, que tanto me gusto ver de niño, los fracasados no existen, existen inconformes con su vida, como yo, pero para esos hijos de perra siempre hay solución.

Ahora la ligera sonrisa, otra vez...