He andado por ahí…

He andado por ahí…
Caminando erráticamente, con la frente en alto, con el rostro lleno de seguridad, -al menos para un jodido, al menos esa es la actitud-
Y vas avanzando para ninguna parte, como haciendo que haces para no sufrir por no hacer nada.
Los días van y vienen, apenas se distinguen, los paisajes cambian y las sonrisas se mezclan con enojos, y río, y soy serio, y estoy encabronado.

Callo todo aquel lamento, por no sentir que reescribo conductas destructivas…
Lo mío con ustedes mis enamoramientos fracasados era una especie de pana oía en lucha con mi sentimiento de inferioridad, coctel del que bebí a falta de emociones, hasta saciarme con la euforia total.
O podrían decir que realmente amaba, que sufrí al estrellarme con la realidad, por que para aminorar el dolor yo he dicho que son ecos de mi locura tan sutil que solo puede ser detectada al paso de los años si estas muy cerca de mi ¡pero ellas no lo supieron!.
Por que me he creído de una variedad de loco que engaña al mas sabio de los loqueros, he de conocer las respuestas de cualquier test para aparentar ser normal…

Pero como ando erráticamente creyéndome loco y desvariando que la gente dice y hace, a favor y en contra, a veces parezco un palomo agusanado y otras zopilote carroñero, que en cualquier caso abanico el viento para alejarme de mi putrefacción, -por eso la emulación de sanidad mental, no ha fracasado completamente-.

Pocas veces acerté mis pasos, pero di mil círculos, anduve ignorando mi carne, con un sueño difuso lleno de vanidad y por miedo a un futuro incierto. Esos fueron los colores de mi bandera mordida por el tiempo. cuya insignia tenia un matraz, una calcomanía de niños tristes sosteniendo una leyenda que decía: ¡quiéreme!.
Ahora los destellos plateados de mi bello púbico bajo el sol en un campo nudista, me hacen sonreír por no llegaron solos, se deslavaron de tanta chaqueta y vienen cargados de ladillas místicas, y a veces no me da vergüenza.
Pero tanto circulo hizo surco y es por eso que ya no puedo salir, solo batir las alas…
Que diantres tengo yo que lamentar sobre lo que no hice y sobre lo que hice, tenia tiempo para perder, y para probar la mediocridad hasta el vomito:
¡Y que lastima todavía no he podido vomitar!.
Texto: Navawan.
Fotos: tomadas de diferentes sitios de la red.

2 animados:

Mee | martes, octubre 07, 2008 9:00:00 a.m.

Me recuerda a las épocas de lucha interna..Por las noches, mientras nadie se daba cuenta..Y en el día a intentar vivir por los demás, contestando interminablemente la misma pregunta (¿cómo estás?) con una no muy sincera respuesta (muy bien)..

Que bueno que regreso!

Saludos!

Orizschna | martes, octubre 07, 2008 11:05:00 p.m.

......ya lo dijo esa Mrs.....una lucha interna, una lucha interna consumada.
MIentras no vomite, la podredumbre no podra salir y dirigirse a su correcto lugar.
Un beso enorme, y vaya que me antojo las montañas!!!!
Mas besos.........infinitos!